En diciembre de 1898 se firmaba el Tratado de París a través del cual y tras más de cuatro siglos de vinculación con España, la pequeña isla caribeña de Puerto Rico pasaba a ser posesión territorial de los Estados Unidos de América. Desde entonces, el congreso estadounidense se vio atrapado en un dilema sobre la clase de estatus que debía garantizar al recién adquirido territorio.
El Intento de “Americanización” de Puerto Rico
La primera reacción de Estados Unidos fue la de «americanizar» a la isla y a sus habitantes allanando el camino hacia la posible transformación de Puerto Rico en un estado americano. De esta manera, se impuso el aprendizaje del idioma inglés que sería mayoritariamente utilizado en las escuelas públicas hasta 1948 año en el que el español pasó a ser idioma oficial junto con el primero. A la misma vez, se introdujeron el sistema de gobierno, el sistema monetario y aduanero, y la legislación estadounidenses mientras se invertía en la mejora de las infraestructuras de la isla y se construían escuelas y hospitales.
Sin embargo, hacia los años cuarenta del pasado siglo, Estados Unidos tomó consciencia de que los habitantes de la isla nunca se amoldarían a su propia imagen y semejanza. La resistencia de los puertorriqueños a adaptarse al “estilo de vida americano” junto con la creencia de una gran parte de la opinión pública estadounidense de que garantizar el estatus de estado a la isla no era una opción, por considerarla demasiado pobre y demasiado hispana, hicieron que finalmente el proceso de “americanización” fuera abandonado y retirado de la agenda política de Washington.
Fracasada la “americanización”, Estados Unidos no contemplaba la independencia como una alternativa viable. En esos tiempos existía una creencia ampliamente extendida entre la clase política estadounidense de que los puertorriqueños, y en general todos los latinoamericanos, no eran capaces de gobernar sus destinos.
Finalmente, en 1952 y tras un referéndum popular se proclamaba el Estado Libre Asociado (Commonwealth) de Puerto Rico. Este nuevo estatus garantizaba a la isla autonomía política y social lo cual hacía soñar con la independencia.
Sin embargo, los sueños de independencia de parte de la sociedad puertorriqueña estaban muy lejos de la realidad y los isleños se enfrentarían a la imposibilidad de tomar ningún tipo de decisiones sobre aquellos aspectos políticos, sociales y económicos que afectaban a la isla sin previa consulta y consentimiento del Congreso de los Estados Unidos.
Dependencia Económica de Estados Unidos
La economía de la isla ha aumentado su dependencia de Estados Unidos sobre todo a partir de 1941 cuando el gobierno de Puerto Rico implementó un plan de recuperación económica. Una de las mayores características de este plan fue la introducción de la exención de impuestos a las compañías estadounidenses que convertiría a Puerto Rico en un paraíso libre de impuestos atrayendo, de esta manera, a multitud de turistas e innumerables inversiones llegadas desde la península estadounidense. Así, durante las décadas de los cuarenta y cincuenta Puerto Rico experimento un crecimiento industrial y económico considerable llegándose a hablar del “milagro puertorriqueño”.
Sin embargo, hacia 1980, y aunque los servicios sociales y la infraestructura habían sufrido notables y positivos cambios, la isla continuaba teniendo un grave problema de sobre-población y, por consecuencia, de desempleo. Parte de su población dependía de ayudas federales y muchos habitantes vivían en los barrios marginales que se levantaban en los alrededores de la capital, San Juan. Además, las nuevas industrias no eran capaces de absorber en su totalidad la creciente mano de obra, una realidad que, durante décadas, llevaría al gobierno de la isla a animar sutilmente a sus habitantes a migrar a la península.
Migración Puertorriqueña a los Estados Unidos
Desde 1940 a 1980, cientos de miles de puertorriqueños establecieron su residencia en Estados Unidos, especialmente en Nueva York, con la esperanza de encontrar un futuro mejor para sus familias. Sin embargo, la adaptación a una nueva cultura e idioma no resultó fácil y pronto los puertorriqueños se vieron formando parte de una comunidad minoritaria, empobrecida y racialmente discriminada. Y lo que es peor, sintiéndose cada vez más alejados de la realidad de la isla que habían dejado atrás.
Las Últimas Décadas en Puerto Rico
Un análisis de la situación política, social y económica de Puerto Rico durante las décadas de los ochenta y noventa, sacaba a la luz datos significativos. Aunque la inversión financiera extranjera había traído beneficios, hasta la abolición en 1995 del impuesto de exención a las empresas estadounidenses, el desarrollo de las industrias locales se estancaba debido al poder de las grandes cadenas procedentes de Estados Unidos.
A la misma vez y aunque la migración a Estados Unidos había reducido el exceso de población y mano de obra, no había resuelto el problema y los índices de desempleo en la isla continuaban siendo muy elevados.
Por lo contrario, en términos sociales esta migración había resultado ser una catástrofe provocando una dispersión de la sociedad puertorriqueña y generando diferencias culturales cada vez más insalvables entre los que se quedaban en la isla y los que se aventuraban a la búsqueda de un nuevo futuro en territorio estadounidense.
A día de hoy, la situación política, económica y social de Puerto Rico, con la excepción del impacto de la actual crisis económica mundial, no ha sufrido cambios relevantes aunque si bien es cierto que la isla goza de una estabilidad política de la que carecen algunos países de su entorno.
Autor: Miriam Brandon, Licenciatura y Máster en Relaciones Internacionales especializado en Estados Unidos por la Universidad de Londres.
pueden facilitarme la fecha en que esto se escribió ? por favor.
Perdón por el retraso, no he podido entrar en mi blog por motivos personales que me han tenido liadísima. Esto se escribió como parte de una tesis universitaria en el año 2002 y fue revisado en 2005. En breve, cuando encuentre un hueco entre todos los proyectos, lo actualizaré lo máximo posible.