La entrevista de trabajo es un examen al que prácticamente todos debemos enfrentarnos en algún momento de nuestras vidas.
Durante el proceso de selección, los pequeños detalles, gestos y comportamientos, muchas veces imperceptibles, son los que marcarán la diferencia entre un “le tendremos en cuenta para futuras vacantes” y un “¿cuándo podría incorporarse a nuestra empresa?”
Por tanto, a la hora de atender una entrevista de trabajo, aparte de haber preparado previamente una serie de preguntas y pruebas requeridas durante el proceso de selección, hay que evitar ciertos errores, comentarios y actitudes que jugarían un papel negativo durante la prueba.
Cosas a evitar en una entrevista de trabajo
- Llegar tarde a la entrevista denota falta de seriedad y responsabilidad.
- Acudir a la entrevista sin asear o con vestimenta inapropiada.
- Hablar con demasiada familiaridad sería interpretado como una falta de respeto.
- Transmitir inseguridad. Si un candidato no demuestra seguridad, ninguna empresa le ofrecerá un puesto de cierta responsabilidad.
- Parecer prepotente.
- Hablar mal de antiguos compañeros, empresas o jefes transmite la impresión de que el candidato es una persona problemática. Además, el entrevistador se preguntará si no le criticarás a él también.
- No demostrar modales o interrumpir al entrevistador mientras está preguntando o hablando.
- Mostrar una actitud negativa o quejarse demasiado. Nadie desea trabajar junto a una persona que no deja de quejarse.
- Tampoco es buena idea demostrar que se enfocan los retos como problemas y no como algo positivo que nos permite crecer profesionalmente.
- Acudir a la entrevista acompañado de otra persona es una muestra de inseguridad y un cierto grado de inmadurez.
- No mostrar interés por la empresa o por el puesto de trabajo.
- Mantener una postura inadecuada o mirar el reloj también son indicativos de falta de interés.
- No se debe suplicar un puesto de trabajo ni rebajar demasiado las expectativas económicas pero tampoco se debe demostrar una total inflexibilidad en este sentido. Hay que encontrar un término intermedio, teniendo en cuenta el poder adquisitivo de la empresa y la experiencia laboral aportada por el candidato (cuanta menos experiencia, menos se podrá negociar el sueldo).
- Hablar sin parar y tocar temas personales. No hay que olvidar que las personas que conducen la entrevista no son nuestros amigos y por tanto no hay que hablar de ciertos temas o comenzar un monólogo.
- Pedir una bebida alcohólica cuando se nos pregunta si deseamos beber algo.